Patinazo en Salud (14/10)

- Yehude Simon comienza mal. Poner a un comunista y curtido oenegeísta como ministro de Salud es la mejor receta para que allí no haya reformas que incomoden al sindicato médico. Un poco más y nos coloca a un sutepista en Educación... Encima debe ser un cucufato contrario al tan necesario control de la natalidad, ya que fue viceministro toledista del ultraclerical Carbone, quien paralizó estos programas. Rojo, oenegeísta caviarón y cucufato... Qué desastre... - Asentándose la polvareda y con la adrenalina más baja, uno como que siente ahora que se ha generado un desmadre exagerado con las conversaciones de estas sabandijas, que no eran como para tumbarse a un gabinete ni para generar tal épico enfrentamiento cuasi constitucional de éste con el Congreso. Hasta ahora la cutra no queda clara. Cuatro de los cincos lotes que ganaron los noruegos se consiguieron sin competencia (salvo el Z-53) y más bien ofrecieron regalías bastante altas en éstos (entre 22% y 25% como promedio, con un elevado 34% en el Lote 157), además de que perdieron en otros dos lotes. No se ve un faenón. Todo lo anterior eximiría a Perupetro. Es verdad que Discover es una empresa junior, pero tiene exploraciones marítimas en sitios tan complicados como Barents, con más línea sísmica explorada que todas las que operan actualmente en el Perú juntas. Y nuestro país no es Arabia Saudí. Quién sabe si habrá combustible en Pisco y alrededores. Tampoco se perfila un daño económico o un mal negocio para Petroperú, dado que ésta no iba a poner capital (ni siquiera la fianza). Y se llevaba el 25% si había éxito. La duda viene básicamente porque los noruegos la necesitaban para poder concursar, por lo que entonces allí sí habría podido haber una empujadita. Pero ojo que Petroperú ya estaba integrando desde antes consorcios (con Petrobras, Ecopetrol, etc.) para realizar exploraciones. De todas formas, los petroaudios obligan a una muy prolija investigación, que ojalá no caiga en las politizaciones histéricas, persecutorias e histriónicas típicas del Congreso. Más bien, es increíble el morbo que ha desatado saber quién está detrás de los famosos audios, incluso mucho más que las conversaciones en sí o que la extraña fuga de Rómulo. Esa es ahora la comidilla limeña. Será tal vez debido a que a los humanos nos gusta mucho la teoría de la conspiración, a que todos tenemos un pequeño Sherlock Holmes adentro, a que fastidia bastante la posibilidad de que estén escuchando conversaciones privadas y a la sospecha de que los audios han ido saliendo maquiavélicamente dosificados. Teorías hay para todos los gustos. Unos ven a Montesinos detrás porque ya viene una sentencia clave para Fujimori y porque las declaraciones de Del Castillo en contra de éste en el juicio no iban a quedar sin su vuelto. Muchos culpan a una petrolera rival. Algunos conjeturan una amplia conspiración caviar contra el APRA. No pocos lo atribuyen a algún servicio de inteligencia castrense, resentido por el fuerte recorte del presupuesto militar o porque quiere tumbarse a García. Algunos a gigantescas empresas que se disputan el mercado con mexicanos. Unos más a una megaguerra entre bufetes. Otros juran que es sólo una mezquina revancha de Canaán. Otros que esto no fue tanto por negocio sino para eliminar a Del Castillo el 2011. ¡Hay incluso quienes dicen que fue Alan para sacar a éste del premierato!