17 octubre 2008

Un presidentito más (16/10)

Hasta este gabinete pensé que García pretendía ser un estadista en esta generosa segunda oportunidad que le dio el Perú. Veo que se ha resignado a ser un gobernante más de nuestra mediocre galería republicana. Sacar a Rey y a Benavides justo cuando éstos estaban por profundizar reformas interesantes en las MYPE y Agricultura denota mucha ceguera. Este nuevo señor en Agricultura es el típico oenegenero provinciano, un teórico caviar de pizarrón que tiene como su mayor pergamino ser segundo de una de las peores y más impopulares administraciones regionales, que es la arequipeña, cuyo programa no ha ido más allá de acogotar constantemente a Cerro Verde para sacarle recursos. Guillén, increíblemente reelecto, es un bueno para nada y este señor es su lugarteniente... ¡Qué pergaminos! Tengo más confianza en Conterno -buena tecnócrata- para Producción, pero es una desgracia que justo ahora se corte la viada a un programa integral para las MYPE, sector clave contra la informalidad. Rey no sólo se había empapado del tema sino que tenía el carácter y la terquedad, como lo demostró con las cuotas en el difícil sector pesquero, para sacar el programa adelante. Bueno, Alan nunca lo ayudó en eso y hasta le mantuvo a un antagonista como Pasco hasta el final. Y tan sólo Benavides, después del fugaz Chlimper, había sido el ministro de Agricultura que entendía que los dos problemas fundamentales allí son el minifundio y el pésimo uso del agua. Tal vez le faltó entrar más al tema serrano (aunque la papa comenzaba a ser su obsesión). Una estupidez sacar a ambos. Otra metida de pata es poner a este comunista cucufato en Salud. No sólo no va a hacer ninguna reforma y se va a acochambar con sus patas de los sindicatos médicos, sino que encima es contrario a políticas agresivas de control de la natalidad, aquellas que lamentablemente paralizaron los cucufatos ultramontanos Carbone y Solari, con la ayuda de la histeria irresponsable que desató El Comercio -con el apoyo de los sectores clericales más medievales- respecto de las esterilizaciones voluntarias (recalco que eran voluntarias) en la Sierra a mujeres que tenían más de cuatro hijos. Por unos pocos y lamentables casos letales accidentales, estadísticamente dentro de lo probable, hablaron de un virtual genocidio racista y crucificaron a Aguinaga y Costa Bauer. Se acabaron las máquinas de condones obligatorias en los baños de los locales públicos, la distribución gratuita de la píldora del día siguiente en sedes públicas, la esterilización voluntaria, los programas de educación contra el sida y los dirigidos a las madres solteras pobres y adolescentes. Ugarte fue viceministro de Carbone. Y fue de VR y del PUM y de Pease, así que es rojo, caviar cuando menos y cucufato (por lo menos algo bueno que suelen tener los rojos es que no son cucufatos). Otra torpeza increíble -esta vez de tipo político- es dejarle el estratégico Ministerio de la Mujer a una caviar en lugar de dárselo a una militante aprista. Eso es regalarle la poca popularidad que pueden obtener a kiosco ajeno (esa cartera se va a llenar de varias ONG y caviares). ¿Cómo aceptaron este suicidio político en Alfonso Ugarte? Y apristas de peso como Luis Gonzales Posada o Mercedes Cabanillas debieron ir a Interior, no un uniformado. ¿Acaso los apristas apestan? Se que ve que Mulder no truena ni suena. Lo mejor por lejos de los cambios es Pedro Sánchez en Energía y Minas, un sector donde se vienen apagones masivos si no se hace algo pronto. Es sumamente capaz, a años luz de Valdivia o los aspirantes Carrasco Távara e Incháustegui. ¡A años luz!

No hay comentarios.: