-Ojalá no se les ocurra filmar parte de la última película del agente 007-James Bond en el Cusco. Conociéndolos, eso acabaría muy mal. Les van terminar tirando piedras, bloqueándoles el tren, pidiéndoles plata por cualquier cosa, amenazándolos a cada momento, haciéndoles paros y marchas, buscándoles líos por cualquier detalle. En fin, jodiéndolos todo el rato. Es que así son desde siempre. No tienen remedio con esa actitud con la que encaran la vida. ¿No han escuchado nunca las arcaicas sandeces xenófobas que hablan los guías locales, por ejemplo? Y ya que excluyan al Cusco de una vez de la ley de concesiones de monumentos. No se metan con ellos y todos más felices.
-Nunca pensé que en mi vida iba a estar de acuerdo alguna vez con Mirko Lauer. Bueno, lo mismo pensaba de Alan… Lo digo porque ayer Lauer también apoyó implementar la obligatoriedad del tercio superior para nombrar maestros. Su artículo es de lejos el mejor de los que le he leído (cosa que, la verdad, confieso no es tan difícil…). Tomo algunas ideas suyas y las complemento:
1) El SUTEP se niega porque ello le significa una pérdida efectiva de poder al perder la capacidad de mangonear para imponer a su gente, amén de que buscan el apoyo de los 2/3 inferiores restantes. 2) Es el menos malo de los filtros para que el mérito se imponga como barrera virtuosa. Tiene razón Lauer con que mucho peor son la compadrería, el dinero, la popularidad, el parentesco y la militancia política. 3) No es discriminadora, porque nadie te está poniendo una barrera que no puedas superar (raza, sexo) sino una exigencia que puedes superar simplemente estudiando más. 4) Es una medida que defiende al individuo frente a los aparatos organizados, porque entras en base a tu capacidad individual y no porque seas patriarrojero o aprista (¿te acuerdas Meche cómo metías “compañeros” a raudales en los 80?) o amigo del presidente regional. 5) ¿Acaso las regiones no contratan técnicos en base al mérito? ¿No piden tercio superior, maestrías o hasta inglés? ¿O Yehude y estos están contratando cualquier cosa? 6) El empleador, en este caso Educación, tiene todo el derecho de imponer sus criterios de contratación, tal como ocurre con cualquiera que ofrece un puesto. ¿Acaso en los trabajos no se “filtra” de arranque según cual universidad has estudiado, etc…? 7) Cierto que existen muchas facultades e institutos de Educación que son una porquería y que sus tercios superiores no son garantía de nada, pero al menos ya estableces un criterio homogéneo que no puede ser peor que el sistema actual. El que si estuvo pésimo ayer en la radio fue mi estimado columnista León Trahtemberg. Aparte de haber terminado haciéndole el juego al SUTEP, su argumento no es válido sencillamente porque los 200 mil aspirantes no van a copar las 20 mil plazas disponibles. De una manera u otra, 180 mil –o más– se van a quedar afuera. Sus títulos evidentemente sí valen, pero no tienen el peso exigido por el empleador. Oigan, el profesorado no es una beneficencia ni un puesto automático reservado sólo porque estudiaste determinada carrera.
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