-Recomiendo el libro Persona Non Grata para cualquier chico de hoy que quiera entender la naturaleza perversa del régimen castrista. Fue escrito por Jorge Edwards, primer cónsul chileno en La Habana en 1971 cuando Allende abrió relaciones con Castro. Edwards llegó allí como socialista –antes fue la mano derecha de Neruda cuando éste representaba a su país en París– y fue expulsado porque su fe izquierdista y su decencia humana no pudieron aguantar lo que vio allá adentro. Ese libro le costó muchos sinsabores a Edwards: el establishment mundial de izquierdas jamás se lo perdonó (hasta lo acusaron de agente de la CIA), mientras que Pinochet lo perseguía por “rojo”... La parte donde el megalómano Castro le explica su obsesión por hacer un queso Camembert mejor que el francés en su clima tropical es deliciosamente alucinante.
-Uno de los hábitos que he adquirido, pero que he descuidado algo últimamente por el calor, es irme al centro y comprarme allí revistas viejas, especialmente Caretas. Uno las lee y se entera de tanto y comprende tantas cosas. Por ejemplo, lamento la reciente desaparición del novelista José Adolph, pero uno queda horrorizado al leer el furibundo velasquismo que lo animó, llevándolo a defender los peores excesos de esa dictadura en la capturada La Crónica. La verdad, dice mucho de la generosidad de Enrique Zileri que últimamente le haya dado una columna después. Que yo sepa, nunca he leído una autocrítica de Adolph sobre eso. Espero que la haya por allí y alguien me la alcance. Que Dios se apiade de su alma. Otro dato interesante que encontré es que Chile antes de Pinochet ya era un país armamentista. Así, en 1969, su canciller Gabriel Valdez anunció la llamada “compra del siglo” en armas bajo el régimen del democristiano Frei (padre), mientras que el supuestamente pacifista socialista Salvador Allende adquirió 21 cazas ingleses Hawker-Hunter (los que le bombardearon en La Moneda…), un crucero y dos fragatas Leander. Según el británico Institute of Strategic Studies, el gasto per cápita chileno en armas bajo Allende fue el más alto de la región en su momento. Tampoco es verdad ese mito que el Chile de Pinochet se hallaba en una gran desventaja frente a nosotros, pues compró casi 50 tanques franceses AMX. Allí no se menciona, pero es conocido que la URSS había embarcado una gran cantidad de armamento para Allende y como el golpe de Pinochet se produjo ya con las armas en pleno camino, Perú terminó comprándolas en términos muy ventajosos. Así que Chile siempre tuvo dientes, tanto con derechistas como socialistas. Otro dato interesante que hallo en mis lecturas fue el lamentable rechazo a un plan para un Metro en Lima, proyecto que se presentó en mayo de 1974 a Velasco por el Consorcio Metro-Lima (el conocido ingeniero Carlos Maraví era su representante). Iba a tener cuatro líneas: Línea 1-Comas-Rímac-Cercado-San Juan-Villa El Salvador. Línea 2-San Borja-Cercado-Maranga. Línea 3-Rímac-Wilson-Salaverry-Javier Prado y Línea 4-La Victoria-Carmen de la Legua. Hubiera costado US$850 millones de ese tiempo y estado listo en 1981. Qué pena que Velasco no lo inició… Como tampoco quiso prolongar el “zanjón” hasta la Panamericana Sur como estaba diseñado. ¡Ay, Velasco!
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