Esta última bajada de tipos decretada por la FED me pilla en EEUU camino a Japón (donde he sido invitado por el gobierno a una gira para periodistas que ya han hecho otros colegas) y observo que el tema ha causado gran conmoción aquí.
No se esperaba una bajada tan fuerte, lo que indica que el asunto es serio y que posiblemente se teme que esta crisis hipotecaria se pueda contagiar a préstamos para autos y a tarjetas de crédito. Ahora es cuando más necesarios –¡qué bueno que estén allí!– van a ser Carranza en el MEF y Velarde en el BCR, que son dos buenos pilotos y copilotos para sortear la turbulencia que se nos viene.
Felizmente, la economía peruana es un Airbus hoy en día y no la humilde avioneta Cessna de 1973, 1982 y 1988, o el Camberra de 1998. Los estabilizadores (superávit fiscal, gasto controlado, tasas de interés bajas, posibilidad de política contracíclica, superávit comercial) son los más modernos y el Airbus Perú está cargado de abundante combustible (RIN) para horas extras de vuelo. Es más, este susto de recesión en EEUU está provocando que el petróleo baje aceleradamente y se aleje de los US$100, lo que nos beneficia mucho.
De otro lado, el precio del oro se va a disparar con estos miedos y eso ayuda a nuestras exportaciones, aunque podríamos haber vendido muchísimo más oro afuera a estos precios siderales si no existiesen estos rojos imbéciles que han paralizado ampliaciones y proyectos con este metal. En cuanto al cobre, no creo que éste baje dramáticamente, pues China no va a frenar para nada su expansión hasta después de las próximas Olimpiadas. Aún tienen mucho que construir allá y van a tirar la casa por la ventana, pues las Olimpiadas para los asiáticos son como una presentación en sociedad mundial. Recuerden lo que fueron Japón 1964 y Seúl 1988.
Eso sí: que el BCR no se asuste con los especuladores que podrían venir y se ponga a soltar mucho sol. Y todo el apoyo político de la tripulación a Carranza y a Velarde. No mover mucho políticamente el avión ahora.
Y a los lectores debo recomendarles también que no le hagan mucho caso a las portadas y las sandeces que están soltando los diarios y los "economistas" rojos afines (si quieren aprender economía bien y rápidamente, lean a Campodónico. Todo lo absolutamente correcto es exactamente al revés de lo que escribe), que quieren crear pánico para que se descarrile el tren y ellos puedan meterse –o regresar los que estuvieron con Paniagua y Toledo– a la teta del Estado. Son como los brujos que se aparecen con sus maracas para asustar a la gente cuando no llueve. Están en nada con sus medias verdades.
No nos pasa nada serio con esto, no estamos como en 1998 y a nosotros no se nos va a complicar la vida, como sí a Bolivia, Ecuador, Venezuela y Argentina, pues el resfrío yanqui va a hacer bailar muy bonito a Evo, Hugo y Cristina, mientras algunos miramos con gusto. Lo que sí me apena es que ya todo indica que se cerraron los TLC con EEUU por muchos años y eso va a dañar a Colombia. Es ya imposible que eso se mueva con este ambiente económico y electoral gringo. Ni en el mediano plazo.
Leo antes de subir al avión que la BVL se ha vuelto a desplomar. Lógico: es puro susto (y los más vivos recomprarán barato). Pero estas caídas locales no van a repercutir en la economía real peruana. La influencia de nuestra bolsa en ella es marginal, a diferencia de EEUU.
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