-No puede ser que el Ministerio Público siga siendo una especie de cómplice de la violencia, con fiscales que no cumplen con su tarea de denunciar a los violentos. Lo sucedido con la Fiscalía en Cusco es una vergüenza que deja al Estado como un gigante medroso y capado. Ya estoy comenzando a creer la versión de un amigo abogado, que me escribe lo siguiente: “Aldo, los fiscales no son timoratos. Simplemente no actúan como deben porque han sido formados en universidades como San Marcos y todas las estatales, en las que en primer ciclo enseñan marxismo como curso obligatorio y por ello tienen una visión de justicia muy distinta. Para ellos las revueltas son ‘parte del derecho de las personas a protestar contra un sistema injusto’. Le es un tema social y no delictivo. Por eso es que vemos cómo se ensañan contra el Policía cuando reprime y no contra el manifestante que ataca. ¿No ves cómo en Lima les reabren constantemente causas ya agotadas a los funcionarios fujimoristas, toledistas, apristas u otros con los que no simpatizan políticamente. Al difunto Alberto Bustamante no lo dejaban tranquilo?”.
- Observando estas algaradas provincianas manipuladas por extremistas, nadie me quita de la cabeza que fue un gran error inicial de este gobierno el haber claudicado –apenas llegados al poder (agosto del 2006)– en el bloqueo de la carretera Cajamarca- Bambamarca por los pobladores de Combayo contra la mina Yanacocha. De arranque mostraron debilidad ante este tipo de actitudes cuando lo que debieron demostrar era que ellos no eran unos blandengues como Toledo, al que unos cuantos grititos de los rojos y un par de comunicados de las ONG caviares lo hacían meterse debajo de la cama. Lo que se esperaba era que el APRA muestre su vena enérgica de siempre y no que resulten unos elefantes que se asustaran con los ratoncitos. Del Castillo y la ministra Mazzetti dieron una señal de debilidad que hasta ahora estamos pagando. La misma actitud timorata se mostró ante ese falso referéndum en Majaz, donde los extremistas obligaron a la gente a votar (y ojo que se inmiscuyeron comunidades que ni siquiera son las más cercanas al yacimiento) y bloquearon accesos, todo un montaje violentista que contó con la alcahueta complicidad de las ONG caviares (como Transparencia, que se prestó a ser “veedor”) y hasta de la misma Reniec, que insólitamente le facilitó los padrones. No sólo hablo de responder con fuerza, sino también de Inteligencia que advierta, identifique cabecillas, rastree financiamientos, amén de una política de comunicaciones que desnude las mentiras manipulatorias que los agitadores y las ONG sueltan entre el campesinado. Combayo y Majas fueron dos errores tácticos que mellaron mucho la imagen de autoridad del gobierno.
- ¿Hemos escuchado alguna manifestación de la defensora del Pueblo Beatriz Merino con respecto a las víctimas de los últimos desmanes en provincias? ¿Se ha ocupado de los negocios atacados en Cusco? ¿De los buses apedreados? ¿De los miles que quedaron varados en aeropuertos y carreteras? ¿Alguna condena pública hacia los dirigentes irresponsables que no pudieron controlar estos desmanes? ¿Alguna reflexión pública al revoltoso cusqueño Yépez para instarlo a que deponga su irreflexiva actitud?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario