“Triage” para Educación (14/02)

¿Saben lo que significa “triage”? Lo grafico para que el concepto se entienda. Eres un médico en una guerra, tienes cuatro heridos graves y sólo hay sitio para tres en el helicóptero. “Triage” es la dura, trágica y necesaria decisión de escoger sólo a los que puedan sobrevivir. Así de dramática está la situación de la educación pública peruana. Está en agonizante emergencia y necesita un “triage” en su profesorado. ¡Porque no es mala, es pésima! Se ha vuelto una fábrica de ignorantes, hasta de pandilleros, básicamente por culpa del Sutep capturado desde 1971 por Patria Roja. A grandes males, grandes remedios. Drásticos pero necesarios, como este del tercio superior. El futuro del país está en juego y no se puede retroceder ni ser alcahuetes del Sutep. Son nuestros niños, nuestro porvenir. Vuelven las falacias y las demagogias con esto del tercio superior para seleccionar maestros contratados, increíblemente apañadas por colegas y educadores.

Dicen que se está negando así el valor del título dado por la nación. ¡Un momentito! Egreso de un colegio y tengo mi certificado de secundaria reconocido por la nación, pero eso no me da derecho a entrar automáticamente a una universidad. Tengo que dar mi examen de ingreso y eso no es “discriminatorio”, es una selectividad válida, dado que no hay cupos para todos y la universidad está buscando a los mejores. Aquí simplemente se ha optado por otro filtro (decisión válida de cualquier empleador), que es mucho mejor porque corta la politiquería (impide que Patria Roja o cualquier partido coloque a su gente) y otros vicios (pagar por el puesto de profesor con dinero, regalos o sexo, nepotismo, compadrazgo) que son muy comunes en provincias. Cierto, lo del tercio superior no es un modelo perfecto y afectará injustamente a algunos como beneficiará injustamente a otros, pero –como dicen de la democracia– es el sistema menos malo. Y no es “discriminatorio” porque te están eliminando por mérito (puedes superar la valla estudiando), no por raza, edad, sexo, religión, dinero, etc. que son factores casi imposibles de cambiar. Y no me diga mi estimado amigo Trahtemberg que es “discriminatoria“, que no te aceptan ahora en su colegio León Pinelo si no eres judío, como él mismo me dijo. Eso sí es discriminatorio, León. Y eso de que pertenecer al tercio superior sólo signifique puntos extras para el concurso, como alternativamente se propone, tiene la desventaja que no acaba de raíz con los vicios antes mencionados, lo que sí hace la exigencia del tercio superior.

Otras mentiras es que esto se va a aplicar para maestros antiguos. Falso, no alcanza a los nombrados. Tampoco que pertenecer al tercio superior te da el puesto automáticamente (lo que beneficiaría a los que provienen de malos centros) porque luego vienen otras pruebas. Es sólo el primer filtro. Y como bien declaró ayer el constitucionalista Javier de Belaunde, un hombre de izquierdas, esta norma no puede ser desacatada por las regiones porque es una política sectorial del Ministerio de Educación, algo ratificado anteriormente por el Tribunal Constitucional (sentencia 24/05/06, San Martín contra Congreso). Las regiones no son feudos donde pueden hacer lo que les da la gana o sino esto ya es la anarquía total. ¿Mañana entonces desobedecerán todo lo que no les agrada? También aclara que es una bestialidad que un juez de Junín haya aceptado un hábeas corpus (lo mismo me pasó a mí hace poco) en este caso cuando lo que procedería es un recurso de Acción Popular por ser un tema administrativo y no de libertad individual. Hace no mucho la revista The Economist reseñó (How to be top, 20/10/07. Ver http://www.economist.com/world/international/displaystory.cfm?story_id=99899 14) un exhaustivo estudio de McKinsey (pueden hallarlo en la siguiente dirección Mhttp://www.mckinsey.com/clientservice/socialsector/ resources/pdf/Worlds_School_Systems_Final.pdf) sobre cuál es el secreto para tener la mejor educación (nota: anteriormente sacamos una columna al respecto). Como se sabe, Mckinsey es de lejos la mejor consultora del mundo. Esta se abocó a examinar todos los sistemas educativos del planeta, preguntándose por qué Corea del Sur, Singapur, Japón, Finlandia y Canadá siempre salían primeros en los exámenes PISA (pruebas mundiales que miden la capacidad del alumnado). La respuesta no era inyectar más dinero por alumno (EEUU y Australia lo vienen haciendo hace varios años sin resultados) ni pagarle más a los profesores (como España, Suiza y Alemania) ni más horas de clase (Finlandia tiene incluso menos que otros europeos) ni mejorar la infraestructura ni la municipalización ni aulas con pocos alumnos. Todo eso ayuda, pero no es la respuesta. Lo que halló McKinsey es que el elemento clave es el profesor (“Conseguir al mejor profesor. Obtener lo mejor de ellos. Intervenir cuando los alumnos se rezagan”). Incluso recuerdan la frase de un educador surcoreano: “la calidad de un sistema educativo nunca excede la calidad de su profesorado” Se citan estudios en Dallas y Tennesse que muestran que si se le entregan alumnos medianos a profesores ubicados en el 20% superior, esos chicos acaban en el 10% superior de su clase. Y se recuerda que el drama en EEUU es que sus maestros provienen del tercio inferior del total de graduados universitarios (es decir, los más burros acaban de maestros). Y aquí viene un punto importante a tener en cuenta, dado el actual debate sobre el tercio superior para ser maestro público. Esa exigencia te la hacen en Singapur, mientras que Corea del Sur te pide estar en el ¡5%! Y en Finlandia necesitas una maestría. Incluso nos hemos quedado cortos con nuestro tipo de selección. Según McKinsey, la mayor parte de países del mundo seleccionan a sus maestros luego de que éstos se gradúan (lo que origina además un exceso de maestros sobre los puestos requeridos y le baja el estatus a la profesión). Pero los países con mejor nivel de educación seleccionan antes a los candidatos para maestros y después estudian para serlo. En Singapur escogen a los candidatos y les pagan mientras estudian, mientras que Finlandia y Corea del Sur limitan radicalmente las plazas para estudiar la profesión y les exigen muchísimo académicamente a muy escasas facultades de Educación. Así la oferta de maestros no sólo tiene calidad, sino se ajusta a lo requerido y se genera estatus. Todo se complementa con capacitaciones continuas (las de verdad, no las payasadas que hacemos aquí) y se aprovecha la experiencia de los veteranos. Y se da especial atención a los rezagados: Singapur tiene programas especiales para el 20% inferior de cada promoción. El tercio superior es un paso correcto a apoyar.